miércoles, 15 de enero de 2014

Cómo vencer a la postergación


¿Alguna vez han postergado algo? 
Todos hemos postergado alguna actividad o tarea en más de una ocasión ¿Te ha afectado profesional o personalmente?

En inglés existe una palabra para definir eso, se llama Procrastination, en español la traducción es la postergación, sin embargo el contexto de la palabra inglesa es mucho más amplio.

En este artículo llamaremos a la persona que tiene la cultura o la mentalidad de hacer las tareas importantes para después y las cosas placenteras al momento, unas veces no las hace, otras veces las hace hasta que el momento de pánico ha llegado.

Durante mi estancia en la universidad, me di cuenta de cuan grande es el problema, los maestros establecen las fechas de entrega de trabajos con tiempo muy razonable, pero es hasta un par de días antes y en muchos casos, la noche anterior que se comienza a trabajar en la entrega, lo cual hace que el resultado del trabajo sea en la mayoría de las veces de calidad deficiente. ¿Pero es acaso que los estudiantes somos muy ocupados? ¡No! La realidad es que pasamos haciendo muchas cosas placenteras en gran parte de nuestro tiempo hábil, como salir con los amigos; tomar un trago, ir de compras o al cine, navegar horas en internet. Y cuando llega el momento de ponerse a hacer las cosas nos da pereza porque estamos cansados para hacerlo.

¿Cómo es un postergador?

Es amante de la planificación, ¿por qué ? sencillamente porque la planificación no implica hacerlo. Cuando lo hacen, lo hacen de manera indecisa y vaga, diciéndose así mismos “tal vez lo haga, tal vez no, no pasa gran cosa” “pero son cosas fáciles, ni modo que nos las haga”.

Hacen listas grandes de tareas, muchas de ellas requieren mucha dedicación y tiempo, cosas que los postergadores no les agrada mucho implementar. Como por ejemplo: aprender un idioma, a programar, tener 10% de grasa coporal entre muchas otras cosas, sobre todo a comienzos de años donde la motivación está a flor de piel en todos nosotros. Pero la realidad es otra, deserción, abandono, hacer las cosas a medias sin tener resultados.

Las personas que no son postergadores, realizan las actividades que tienen que hacer para llegar a donde quieren llegar, para la construcción de la casa de sus sueños ponen un ladrillo a la vez, momento a momento, no es instantáneo, pero si se siguen sumando los ladrillos el resultado será la casa construida.

Ahora pongo otro ejemplo, digamos que una persona con la actitud de la postergación quiere ser escritor al mismo tiempo que una persona que desea ser escritor pero que tiene mejores hábitos (disciplina, constancia, entusiasmo) escribe una página al día, un capítulo al mes por dar un ejemplo, mientras que el postergador inició un texto, inició con las ideas y escribió de manera muy irregular, en un año o dos, la persona con hábitos tiene una serie de textos si no es que un libro, mientras que el postergador no tiene nada.

Los postergadores viven imaginándose cosas que quieren y que podrían estar haciendo pero no están construyendo esas visiones, porque requieren concentración disciplina y mucho esfuerzo, algo que los postergadores cambian por momento de felicidad momentánea, como pasar horas viendo películas, televisión, navegando en internet, y una lista muy grande de actividades que no ayudan a cumplir lo que en algún momento dijeron que querían hacer.

Para cumplir metas, hay que comenzar, dejar todo lo que no sea necesario, y lo que nos distraiga de las tareas que se van a iniciar o que ya están iniciadas. Concentración en lo más importante para salir de la postergación, no es que a los postergadores no les cueste el hacer, sino que les cuesta comenzar, o terminar una tarea no placentera, es hasta que el pánico de la sensación del límite para hacer las tareas ha llegado cuando comienzan a actuar.

Para los postergadores, hay buenas noticias, en el proceso que conlleva hacer una tarea, hay sensaciones placenteras también, progresar un poco en la labor trae sentimientos positivos sobre el lograr algo, esto lleva a elevar su autoestima y seguir con lo que se hace hasta terminarlo, una vez hecho, el sentimiento de haberlo logrado es de lo más gratificante para el que lo hace y quizás más, debiera serlo para el postergador. Teniendo más y más de estos sentimientos positivos es una manera de combatir la postergación.

Pero hay que cuidarse también del placer que se siente al terminar algo, ya que la mente y el espíritu postergador de los postergadores los puede a empujar a hacer las tareas rápidas y tal vez ineficientes para sentir la sensación de “lo logre” “termine” con el objetivo de pasar tiempo de placer sin resentimientos de “tengo que”. Es maravilloso disfrutar del tiempo libre cuando no hay tareas pendientes, solo hay que asegurarse si no se hacen con la mente llena visualizando esos momentos de placer.

¿Qué puedo hacer para de salir o no caer en la postergación?
Uno de los mejores consejos que he escuchado es: dejar de pensar en “tengo que” y decirse a uno mismo “voy a hacerlo”
Hay que tratar de interiorizar el hecho de que todo lo que haces es una elección

Crea métodos que te ayudaran a derrotar la postergación:

- Solicita ayuda a tu familia y amigos. Platícales de tu meta o de lo que deseas y pregúntales que si te pueden apoyar moralmente a lograrlo.

-Crea fechas límites para ti mismo, crea pánico antes del verdadero pánico de la fecha de que la tarea tenga que estar lista.

-Salir de la zona de confort
Un ejemplo sería que se quiere un mejor trabajo, que en realidad el empleo en el que actualmente se labora no le gusta el salario o cualquier otra cosa, desea algo más, pero por tener la cultura postergadora sigue ahí por mucho tiempo, esa desidia y postergación de “luego busco empleo” “a ver que sale”, para evitar que pase mucho tiempo ¡Renuncie! El pánico será su nuevo compañero de habitación y se pondrá en marcha para lo más pronto conseguir ese empleo que tanto desea. Tambien aplica si quiere comenzar un negocio.

-Programar múltiples alarmas con recordatorios de las tareas por hacer, así como notas de papel como post-it donde se vean frecuentemente

-Minimiza las distracciones; Si se trabaja en un computadora, procure desactivar la conexión a internet, si necesita estar conectado, no abra las redes sociales ni el correo personal. Si eres amante de la radio hablada, apágala, si te gusta cantar mientras trabajas, pon múica instrumental (sin voces).

-Eliminar el perfeccionismo
“Es mejor hacer algo imperfectamente que hacer nada perfectamente”. Robert Schuller. La postergación es un hábito originado en una creencia en nuestro interior.
También una conducta, toda conducta tiene una finalidad positiva aunque las consecuencias no sean las deseadas. La finalidad de la postergación es evitarnos el miedo a fracasar. En otras palabras, es una forma negativa de protegernos a través del miedo.

-Modifica tu idea de “fracaso”, cámbiala por “entrenamiento”
El miedo nos detiene muchas veces de llevar las tareas que queremos hacer por ese sentimiento de que no lo lograremos y que todo estará perdido, hay que cambiar la mentalidad a decir, sí puedo y lo voy a hacer, y que aunque el resultado no sea el esperado, se tendrá la experiencia de eso, misma que sirvió de entrenamiento para intentarlo una vez más (si es que no gana la postergación)


-Tener una lista
Hacer una lista de las cosas que se van a hacer durante el día o la semana, es básico si se quiere eficientar el tiempo, por lo tanto, carga siempre contigo papel y lápiz para anotar lo que vas a hacer y ponle fecha, procura no llenarla demasiado, porque puedes abrumarte con tanta tarea y al final no hacer nada.
No es algo fácil si una receta mágica que se sigue para cambiar, el cambio es decisión de uno mismo, recuerden, con cada tarea nosotros elegimos si lo hacemos o no, si lo hacemos ya o después, si lo hacemos lo mejor que podamos o simplemente por hacerla, nuestros hábitos y nuestro trabajo habla más de nosotros que cualquier otra cosa.


¡El tiempo de mejorar es ya!

Algunos párrafos fueron parafraseados de los siguientes blogs: